Café para Vender #4 — Me cuesta ponerle precio a lo que ofrezco
Espero que este nuevo sorbo de estrategia en nuestra serie de Café para Vender te encuentre conectado contigo y con el valor que ya existe en lo que haces.
Hoy hablaremos de uno de los nudos más comunes (y más íntimos) al vender: ponerle precio a lo que creas.
Me cuesta ponerle precio a lo que ofrezco.
Decía Blaise Pascal:
“El valor de una cosa rara vez está en ella misma, sino en la estima que se le tiene.”
Muchas veces no te cuesta fijar precios por falta de técnica.
Te cuesta por exceso de juicio.
Temes parecer cara/o. Temes no ser suficiente. Temes que no te compren.
Y, sin darte cuenta, no estás hablando de precios: estás hablando de tu valor como persona.
Pero vender no es un examen de autoestima.
Es un acto de claridad.
Cuando comprendes el lugar que tu servicio ocupa en la vida del otro, cuando ves el impacto real que genera, te das cuenta de que el precio no es un castigo ni una barrera… es un puente justo entre lo que das y lo que ese otro quiere recibir.
Fijar precios no es medirte a ti.
Es reconocer lo que ofreces, el tiempo que ahorras, el bienestar que provocas y el camino que acortas.
“No se trata de lo que vales tú, sino de lo que transforma tu servicio.”
Esta semana, contempla con tu café:
— ¿Estoy usando el precio como defensa, castigo o acto de justicia?
— ¿Qué parte de mí se incomoda con recibir dinero por lo que hace con el alma?
— ¿Estoy honrando el valor de mi cliente al ponerle un valor justo a lo que le ofrezco?
¿Listo para hablar de precios con elegancia, claridad y estrategia?
Agenda tu sesión Brand Coffee y creemos juntos una propuesta que hable con firmeza y elegancia del valor que ya existe en ti y en tu marca.
👉 [Agenda tu Brand Coffee aquí]
Con amor y estrategia,
Bel
Foto cortesía: Pinterest